El granito blanco es una opción popular para encimeras y otros proyectos de construcción debido a su belleza y durabilidad. Sin embargo, tiene algunas desventajas que pueden afectar la decisión final. Una preocupación común es su propensión a mancharse. Aunque el granito en general es un material resistente, su color claro lo hace más propenso a mostrar manchas. Los líquidos como el vino tinto, el café y el aceite pueden dejar marcas permanentes si no se limpian de inmediato. Por eso, en hogares con niños pequeños o cocinas muy concurridas, tal vez no sea la mejor opción.
Además, el granito blanco puede ser más caro en comparación con otros tipos de granito. El precio por metro cuadrado puede variar entre 50 y 250 euros, dependiendo de la calidad y la procedencia del material. Este costo no solo incluye el granito en sí, sino también la instalación, que puede ser compleja. Aquí es importante considerar el presupuesto total del proyecto. Si se trata de un proyecto grande, es posible que los costos se disparen rápidamente.
Otra desventaja es la necesidad de mantenimiento. Aunque el granito es conocido por su durabilidad, mantener su apariencia impecable requiere ciertos cuidados. Se recomienda sellar el granito blanco al menos una vez al año para protegerlo de manchas y derrames. Este proceso puede agregar tiempo y costo al mantenimiento del hogar, un punto importante para quienes buscan opciones de bajo mantenimiento. Para quienes no tienen tiempo o disposición para esta tarea, el granito blanco podría no ser la mejor elección.
La uniformidad en el color y patrón del granito blanco es otro factor que puede influir en la decisión. A diferencia de otros tipos de granito que pueden tener patrones variados y colores oscuros que ocultan imperfecciones, el granito blanco puede revelar más fácilmente arañazos y otros defectos. En proyectos de construcción y renovación, esto puede ser un problema estético significativo. Por ejemplo, un estudio realizado por la Asociación de Constructores y Renovadores de España indicó que el 35% de los propietarios que eligieron granito blanco notaron arañazos visibles dentro de los primeros seis meses de uso.
La susceptibilidad a la decoloración por exposición a la luz solar es otra desventaja. Si bien el granito es generalmente resistente, los colores más claros como el blanco pueden verse afectados por la exposición prolongada a los rayos UV. Esto es especialmente relevante en instalaciones exteriores o en cocinas con muchas ventanas. Aquí, algunos expertos sugieren considerar tipos de piedra más oscuros o materiales alternativos como el cuarzo, que pueden ofrecer mayor resistencia a la decoloración.
En términos de ecología, la extracción y transporte del granito blanco también pueden tener un impacto ambiental considerable. La minería de granito a menudo implica la destrucción de hábitats naturales y la emisión de grandes cantidades de CO₂. Un informe de Ecologistas en Acción destacó que la extracción de una tonelada de granito puede liberar hasta 0,79 toneladas de CO₂ a la atmósfera, lo que lo convierte en una opción menos sostenible en comparación con otros materiales de construcción. Para quienes tienen una fuerte conciencia ecológica, esta podría ser una desventaja significativa.
Finalmente, aunque el granito blanco es apreciado por su apariencia lujosa, esta puede no encajar en todos los estilos de decoración. Si bien es perfecto para ambientes modernos y minimalistas, puede parecer fuera de lugar en diseños rústicos o tradicionales. Algunas personas encuentran que la apariencia fría del granito blanco puede no aportar la sensación de calidez y acogida que buscan en un hogar. La empresa de diseño de interiores Decorarte S.L. señaló en un informe del 2022 que el 22% de sus clientes prefieren materiales con tonos más cálidos, como la madera, frente al granito blanco granito blanco.